Dios escoge a las personas, para una tarea particular que le quiere encomendar, por ejemplo llama a médicos para cuidar la salud del hombre, a los maestros para educar a los hombres, etc. Pero con más insistencia Dios llama a jóvenes (hombres y mujeres) para que le colaboren en su proyecto salvífico como sacerdotes o religiosas, en la actualidad pareciese que Dios ya no llama a ésta vocación, pero no es así, Dios sigue llamando, lo que sucede a menudo es que el ruido de la tecnología y la ciencia de este mundo consumista no te deja escuchar su voz en tu corazón, es necesario buscar a Dios en tu corazón, para que así puedas escuchar lo que Dios quiere para ti.
Jesucristo dijo a sus discípulos: sed perfecto como vuestro padre celestial es perfecto. (Mt 5, 48).en otras palabras sed santo como Dios es santo, hagamos nuestro este consejo.